viernes, 25 de octubre de 2013

PARCIAL ANA ISABEL

El ingeniero industrial como profesional capaz de dirigir grandes compañías y así incidir de manera contundente en distintos aspectos a nivel macro, como es el cambio climático, posee en la actualidad un pensamiento definido por la codicia y la avaricia. Este tipo de mentalidad se ve reforzada por el tradicional pensamiento lineal, el cual consiste en que una determinada acción se da por una causa determinada y tiene un efecto particular sobre algo. Este pensamiento lineal no considera la complejidad real de todo lo que nos rodea; cabe destacar que el universo en sí, es un sistema de elementos que se interconectan entre sí de infinitas formas, por lo que considerar una única causa y un único efecto sobre un acción determinada sería dejar por fuera todos los demás elementos que hacen parte del sistema y también dejar por fuera, los posibles efectos y relaciones que esta acción pueda traer consigo.
El ingeniero debe empezar a desarrollar una visión sistémica de todo lo que le rodea, para ser capaz de adelantarse a los posibles problemas que puedan tener sus acciones decisiones dentro de la empresa. Cuando el ingeniero toma una decisión y solo considera la causa y el efecto de esta decisión puede estar generando graves pérdidas de cualquier tipo, económica, social, humana, etc., debido a que las empresas así como en cualquier otro ámbito representan un sistema, una unidad con un gran número de elementos sensibles al cambio, que se inter relacionan entre sí de forma muy estrecha. El ingeniero debe darse cuenta si es necesario del gravísimo impacto que un cambio climático traería consigo, el agotamiento generalizado de recursos y los aumentos en los precios generales de estos sumado a una feroz competencia representaría un entorno empresarial mucho más agresivo que el actual, por lo que no se puede decir que el cambio climático no tendría consecuencias en la economía mundial y el ámbito empresarial.
Para cambiar la mentalidad del ingeniero primero se debe cambiar la mentalidad del individuo en sí, adquirir una conciencia ambientalista y conservacionista es necesario para el inicio del cambio, para darse cuenta que si continuamos con el afanado ritmo con el que hemos trabajado en las últimas décadas, poco será el tiempo que haga falta para que empiecen a escasear los recursos y vivamos en una sociedad agresiva y desconfiada, y en un futuro no muy lejano se podría incluso estar hablando de muertes masivas, hambrunas, pobreza extrema generalizada y otros graves problemas que azotarían el planeta.
Por esto, el papel del ingeniero dentro de esta problemática es dirigir sus acciones, sus propuestas desde el interior de las empresas hacia el desarrollo de una conciencia eco-amigable colectiva que no represente mayores pérdidas económicas para estas empresas, para lo que se debe fomentar el desarrollo del pensamiento a escala macro, el pensamiento sistémico para no solo enfrentar situaciones sino anticiparse, corregir y encontrar soluciones a cualquier situación problema que pueda presentarse

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